09 septiembre 2009


"Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo" , dijo un soldado a su teniente.

"Permiso denegado", replicó el oficial, "no quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto".

El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.


El oficial estaba furioso :
"Ya le dije yo que habría muerto!. Dígame: ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver?"

Y el soldado, moribundo, respondió:
"Claro que sí, señor!.


Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme :
"¡Estaba seguro que vendrías!"