19 septiembre 2010


A veces envidio el no poder ser la niña de tus ojos,
tu princesa perfecta, esa a la que todo el mundo desea
Tu mitad por siempre, esa que te espera y que te quiere.
No puedo soportar el ser su amiga enamorada de la nada;
Su mitad inexistente, que está ahí, suspirando por un beso tuyo que jamás llegará.
Esos cuentos de princesa que jamás funcionarán;
Solo estúpida literatura que crea ilusiones que no existen;
No soy esa chica a la que quieres, pero soy la única que te querrá;
Solamente me queda perderme en los cuentos de nunca jamás, donde olvidar es tan fácil como respirar.