06 noviembre 2009



Yo pienso que no son tan inútiles
las noches que te di.

Te marchas ¿y qué?
yo no intento discutírtelo, lo sabes y lo sé.

Al menos quédate sólo esta noche,
prometo no tocarte, estás seguro,
hay veces que que me voy sintiendo sola,

porque conozco esa sonrisa, tan definitiva,
tu sonrisa que a mí misma me abrió tu paraíso.

Se dice que con cada mujer hay uno como tú,

pero mi sitio, luego, lo ocuparás con alguna
igual que yo o mejor lo dudo.

¿Por qué esta vez agachas la mirada?

me pides que sigamos siendo amigos.

¿Amigos para qué? ¡Maldita sea!

A un amigo lo perdono, pero a tí te amo,
pueden parecer banales mis instintos naturales.

Hay una cosa que yo no te he dicho aún,
que mis problemas sabes qué se llaman tú.
Sólo por eso tú me ves hacerme el duro,

para sentirme un poquito más seguro.
y si no quieres ni decir en que he fallado
recuerda que también a tí te he perdonado,
y en cambio tú dices: "lo siento... no te quiero",
y te me vas con esta historia entre tus dedos.

¿Qué vas a hacer? busca una excusa
y luego márchate,

porque de mí no debieras preocuparte,
no debes provocarme.

Que yo te escribiré un par de canciones

tratando de ocultar mis emociones.

Pensando, pero poco, en las palabras,
y hablaré de la sonrisa, tan definitiva,

tu sonrisa que a mí misma me abrió tu paraíso.