03 junio 2010

Mont Saint Michel

El Monte Saint Michel es una pequeña isla unida al continente por una carretera (en el pasado el camino existente era cubierto por las aguas cuando subía la marea) donde se levanta una pequeña ciudadela medieval que conserva el mismo aspecto que hace siglos sobre la cual se levanta una impresionante abadía donde conviven el románico y el gótico en perfecta armonía.

La abadía fue construida sobre el Monte Tumba en honor a una aparición, según dice la leyenda, del arcángel San Miguel.



En el año 709 se termino de erigir esta imponente abadía y a partir de ese momento comenzó uno de los fenómenos de la naturaleza más hermosos de Francia: la marea sube a tal punto que los alrededores se inundan, salvándose solamente la ciudadela inexpugnable y la abadía.



Las campanas del Monte Tumba anuncian siempre el momento en que las aguas suben

Ya que dicen los lugareños que la velocidad es tal, que inclusive un caballo al galope sería atrapado por la imparable fuerza del mar.

Cuenta la leyenda que Satán (convertido en un dragón) surgió de las aguas para aterrorizar a la gente, y el arcángel San Miguel bajo a luchar con su espada de justicia, y finalmente corto la cabeza de la criatura.

El obispo de Avranches, Auberto, vio en sueños el combate y luego fue visitado por el arcángel que le ordeno construir un oratorio en el mismo lugar donde corto la cabeza del dragón.

El Monte Tumba paso a ser conocido como Monte de San Miguel, y las antiguas ruinas y centros de oración celta y druida (quienes adoraban allí al dios galo del Sol, Blenus) se convirtieron en uno de los centros de peregrinación más importantes de Normandía, Francia.